9 de agosto de 2011

Nos Vamos...

Y con 1500 visitas, la princesa y yo nos vamos de vacaciones a la playita... ¡3 Semanas!

Nos va a dar tiempo de todo, y si a ella no le parece mal, hasta de volver a casa sin pañales. Pienso tenerla todo el día como servidora la trajo al mundo, y con un meadero disponible por si le da el apretón... a ver si hay suerte y avanzamos un pasito más en el camino de la independencia... Y si no, ¡Pues no pasa nada! y me repetirá desde el orinal eso de "¡Mami, hoy no sale pis...!", y volveremos a los pañales...
Me llevo ordenador, por si entre cervecita, baño y lectura tengo tiempo de escribir algo aquí. 
Y el DVD portátil, y sus discos de música, y de películas para el viaje,  y la cámara de vídeo, y los juguetes preferidos de la princesa, y el Dalsy por si las cosas se ponen feas, y el termómetro por si se ponen muy feas, y la cámara de fotos por si se ponen bonitas, y las pinturas por si le apetece expresarse, y la camiseta vieja por si se expresa demasiado, y el vestido para la playa, y el vestido de princesa, y el vestido de vestir, y el cortauñas, y la pomada del culete, y el chupete, y el chupete de recambio, el pijama corto para las noches calurosas, el pijama largo para las noches frescas, su mantita para las noches muy frescas, (¿He dicho frescas? ¡Ah, chaquetas!), y la silleta de verdad, y la silleta de juguete, y algún cuento, y las chanclas, y las tiritas por si le hacen rozadura las chanclas, y la papilla, y la crema del 50 para los primeros días, y la del 30 para los últimos, y el lazo rojo, para el vestido rojo, y el lazo verde, para el vestido verde, y la gorra de sol, y las gafas de sol (¿Las rojas o las rosas? Las rosas, que combinan más. Bueno...¡Las dos!)...
Creo que a mi solo me va a bastar con el bañador y las chanclas, porque desde luego, sitio en la maleta, no voy a tener...
¡Hasta la vuelta!

8 de agosto de 2011

Diccionario Princesa - Castellano (Parte I)


- LEGLOG= Pulsera rosa de cenicienta que no me quito para nada y que cuando me preguntan la hora digo: "Los números"

- TRENEMOTO= Fenómeno ambiental, que hace que papá me mueva el puente colgante de los columpios y yo me ría muchísimo.

- COLACAO= Bichito con cuernos y caparazón que suelta babas y es lento.

- PLASTINITAS= Masa de colores para modelar que aumentan su diversión cuando voy pegando trocitos de ellas en espejos, muebles...

De la Teta y los Números...

Desde hace 2 años y medio, la princesa y yo venimos disfrutando de un acto tan humano, tan ancestral y natural como es la lactancia. Seguimos teteando a pesar de que los comienzos fueron duros, ya que a las dos nos costó aprender a hacerlo. A pesar de todas aquellas personas que han cuestionado este acto tan íntimo por nuestro camino. A pesar de los comentarios a los que he hecho frente con un "Dejaremos la teta cuando tome la Primera Comunión"... A pesar de todo lo que me ha supuesto, teniendo que controlar mis copas de vino, teniendo que extraerme botes y botes de leche para irme a trabajar, teniendo que ponerme ropa cómoda para hacer en la calle "accesible" la teta, teniendo que aguantar miradas desconocidas que parecen decir "esta madre está loca, ayudándole a la niña a pasar el chuletón con leche"... Pocas veces en esta vida me ha importado el que dirán, pero en este caso, aun menos, ya que a cambio he vivido momentos inexplicables con mi hija, momentos llenos de ternura, placer, intimidad, relajación, conexión, entrega, entendimiento, de tranquilidad por saber que le estaba dando lo mejor... Momentos que de otra forma no hubiera vivido, y que sin la comprensión, el apoyo y la ayuda del papá de la princesa, tampoco hubieran sido posibles...

Pero ha llegado el momento que tal y como yo esperaba, dejando actuar a la naturaleza humana, la princesa ha ido necesitando menos teta y hoy pasa días enteros sin pedirla. Siento que el fin de nuestra lactancia esta cerca, así que desde hace un mes estamos haciendo un juego para que pueda ir separándose progresivamente. Cuando ella empieza a mamar contamos hasta 20 y ella lo deja, esto le encanta y se ríe muchísimo.Yo controlo el ritmo de contar según veo que necesita mamar, y ella ¡Aprende los números hasta 20! Progresivamente iremos reduciendo a 10, 5... Hasta que dejemos la lactancia definitivamente.
Hasta entonces, nos habrá servido para calmar muchos llantos, para tranquilizar, para curar dolores que parecían incurables, para conciliar el sueño, para que la princesa crezca sana y fuerte, para disfrutar juntas, para conocernos y para conectar de una forma que antes no hubiera imaginado...

1 de agosto de 2011

¿Amar o Malcriar?

Qué difícil es ser flexible con los hijos y a la vez no dejar de poner límites. Esos límites que tanto les descansan y tanto los necesitan. Que van poniendo las piedritas en el camino de su vida, piedritas que les van guiando. Que van formando cuerdas a las que agarrarse, a las que sujetarse cuando no saben qué hacer... Lo ideal es que los límites nos los pongamos cada uno, pero cuando uno es tan pequeñito como para no saber hacerlo, necesita de sus padres y del resto de la tribu para que los vayan marcando.
Pero unos buenos límites son unos límites flexibles, y más en situaciones en las que, como la de la princesa, son un poco especiales. Estamos con los siete sentidos ante cualquier manifestación fuera de "lo normal" ("Normal", ¡Qué palabra!) de la princesa, cualquier emoción que le dañe más de lo esperado en relación con el hecho de que sus papás ya no vivan bajo el mismo techo... Y estamos siendo especialmente comprensivos con ella, dadas las circunstancias... Pero, ¿Dónde la flexibilidad se torna permisividad?
Me hacía hoy esta pregunta mientras la dormía en brazos en el sofá. La he acostado, le he contado el cuento, y al rato, a pesar del sueño que tenía, se ha sentado en la cama mientras decía "Mamá, a bobo no, a "vantar""... Le he insistido, pero he acabado sucumbiendo y durmiéndola en mis brazos dándole mil besos en su cabecita, que huele tan bien, y acunándola...¿Mimos? ¿Vicio? ¿Permisividad? ¿"Te está tomando el pelo"? Según opiniones... Yo estoy tranquila, siento que lo he hecho bien, sobretodo porque he hecho lo que me ha apetecido... 
Pero cuando lo de hoy, se suma a que lleve varias noches que acaba durmiendo en mi cama algún rato, a que use el chupete más de lo previsto...etc...se me plantea en algunos momentos la idea de hasta dónde estos signos son su manera de expresar cómo se encuentra (y debo ser más flexible) ó hasta dónde estoy poniendo en ella mi necesidad de seguridad y afectividad, relajándome con el límite...
No sé, de momento me dejo guiar por la intuición materna, que creo que hasta ahora me ha funcionado, por la sensación de creer que lo estoy haciendo bien, por la energía que siento cuando estoy con ella y sobretodo, dejo que pase algo de tiempo, ya que quizás es la nueva situación es demasiado reciente (no ha pasado aún un mes)... Sin embargo, este pensamiento está rondando en algunos momentos por mi cabeza...¿Hasta dónde? Hasta entonces, yo seguiré besándola todo lo que pueda, impregnándome del olor de su cabecita y haciendo lo que me dicte el corazón, que muchas veces tiene más razón que la propia razón...

Y si me permitís una recomendación, uno de mis libros de cabecera...