28 de octubre de 2011

Y la dejaste volar...

Este fin de semana, la Princesa ha estrenado las noches en su otra casita... Hasta ahora, aunque el reparto del tiempo de la princesa con su papá y conmigo ha sido lo más equitativo que hemos considerado, siempre hemos priorizado la flexibilidad a la equidad, ya que creemos que es la fórmula para que la princesa no eche en falta apenas nada de cuando su casita era sólo una...
Pues lo dicho, que aunque el papá de la princesa y yo ya habíamos hablado de empezar con las noches en su otra casita el mes que viene, las circunstancias han hecho que esto se de de forma casi improvisada. La princesa pasaba el sábado en casa de papá, y antes de que yo llegara, se estaba quedando dormida, estaba muy cansada. A mi me quedaba un buen rato para ir a por ella, así que hablé con el papá y decidimos que se quedara a dormir con él. Se lo dije a la princesa por teléfono, algo que no me hubiera gustado hacer de esta forma, y su reacción primera fue llorar y llorar. El papá y yo pensamos que nos debíamos mantener en ello, seguro que su llanto tendría más que ver con la falta de planificación que con otra cosa...
A los cinco minutos, Noa me llamó del teléfono de papá...Él le había explicado las cosas y ella me dijo contenta:

- "¡Mamá, voy a dormir con papá!¡A cenar salchichas con tomate! ¡Y mañana con mamá!"

Me inundó una tranquilidad infinita... Y que pocas madres divorciadas pueden decir esto. A la vez una nostalgia profunda, volví a sentir ese maldito agujero en la tripa...En mi cabeza no paraba de sonar ese "Tranquila mamá, lo estáis haciendo bien...", mientras pensaba como sería mi primera noche en casa sin ella... Lo grande que se iba a volver a hacer el espacio...


Y cuando el torbellino emocional pasó, volvió la plena confianza. En ella y en su padre. En su padrazo. Por que de ahí viene la tranquilidad. Yo siempre he dicho que quiero que mi hija disfrute de su padre, que él le dará muchas cosas que yo no puedo darle. Y vaya si puede. Creo que es el mejor padre para Noa. Creo, que aunque como pareja no hemos sabido hacerlo, como padres coincidimos en lo necesario y somos capaces de compensar nuestras diferencias... Y aun hay personas que se empeñan en ponerle la etiqueta de "malo de la historia", solo porque siguen creyendo en los príncipes azules y el amor eterno o porque necesitan rescatarme a mi como "víctima" de esta historia. Qué mala es la ignorancia.

Y la señal más importante de que mi hija es feliz estando con él, es ver su carita cuando la recojo en su otra casita, cuando se despide de papá o le digo que él irá a buscarle al cole...

Y aunque creí que nunca llegaría, llegó el domingo por la noche del fin de semana más largo de mi vida. Feliz, contándome todo lo que había hecho con papá, que había visto un partido de fútbol, había jugado a princesas...

Sería egoísta por mi parte querer tenerla siempre a mi lado (aunque hay veces que lo deseo con todas mis fuerzas). Y aunque por la edad de la princesa aun consideramos que es mejor que tenga una casita de referencia donde dormir la mayoría de noches, es una maravilla sentir que es feliz en sus dos casitas... En las dos Casitas de Noa...




27 de octubre de 2011

Érase una Princesilla y su Silla...

La Princesa ya no sabe como hacer para que la miren. Ir con una corona de princesa (super discreta) al "cole" no debe de ser suficiente para ella... Hoy ha protagonizado la anécdota de la semana en la Escuela Infantil. 
La Princesa estaba jugando libremente por la clase cuando se le ha ocurrido que lo más divertido podía ser mirar entre los barrotes de una silla como si fuera una ventana... Lo ha hecho, pero la Princesa no era consciente de que su cabeza era más grande que la distancia entre los barrotes... 


Pues sí, se ha quedado atrapada y no podía sacar la cabeza... No me quiero imaginar lo que habrá llorado, lo que se habrá angustiado... Hasta que las educadoras han decidido llamar a un carpintero para que ¡¡SERRARA LA SILLA!! ¡¡CON MI HIJA DENTRO!! Y la han liberado...

Según la educadora, ha sido una campeona y apenas ha llorado, le han dado el caramelo-que-todo-lo-cura (aunque era azul y ella lo quería rosa, para variar) y le han tenido un rato viendo con una educadora los payasos en la tele para que se le pasara el disgusto...

Pero bueno, ella ha venido contándomelo con absoluta naturalidad: 
- "Ha pillado la silla la cabeza a Noa ...y ha cortao un chico...y no había rosa...ha dado azul...Y Noa ha llorado un poquito poquito y María ma dado la mano así..."
Ese es el resumen que ella hace de su aventurilla con la silla... Solo espero que no haya cogido una fobia a tocar una silla que la mantenga corriendo de un lado a otro el resto de su vida...

17 de octubre de 2011

El Burrito de los Huevos de Oro

Este fin de semana, la princesa y yo hemos hecho una escapadita a una casa rural con cuatro amigas mías, las amigas de toda la vida... La casa: de cuento, el entorno: precioso, y el clima: perfecto. Nos ha servido, por lo menos a mi, para insuflarme de 2000 litros de oxígeno y de otros tantos vatios de energía...
Ha sido un ambiente de lo más femenino, incluidas mascarillas faciales y capilares varias, pelis facilonas (nada de ciencia ficción) y mesas redondas hasta las tantas de la madrugada con debates de todo tipo.

A veces no viene mal desconectar un poco la máquina de pensar, y meter en nuestra rutina este tipo de encuentros que deberían ser prescritos por el médico, en vez de tanto Prozac y tanto Orfidal... 


Para la princesa también ha sido un extra de mimos y atenciones por todas partes y lo ha notado. Hoy ha dormido mejor que desde hace bastante tiempo...
La casa estaba aislada. Muy aislada. Y estábamos rodeados de prados preciosos y un bonito bosque por el que dimos un paseo y donde la princesa se empeñó en buscar a Blancanieves y los Siete Enanitos. Estuvimos llamándolos a grito pelado un buen rato, pero nada, no aparecieron. En su lugar, la princesa vio en el bosque cocodrilos, jirafas, toros... Y estoy segura de que los vio, más que nada por su insistencia en llamarles...
Pero lo que más le gustaron fueron las ovejas y los burros, esos que también eran visibles para los adultos...
Observando la princesa con interés al espécimen macho de la pareja de burros, a la vez que con una distancia prudencial, me preguntó interesada (mientras se señalaba el culito):

- Mama ¿Qué tiene aquí el burrito?
- Los "huevillos" cariño...(Aunque lo de "illos" me lo podía haber ahorrado)

 Y tras un silencio la princesa exclama:

- Mama ¿LOS BURRITOS TAMBIÉN PONEN HUEVOS?

No pude contestarle...Otra vez más, los razonamientos de la princesa me habían dejado sin palabras...

4 de octubre de 2011

La Vuelta a la Realidad...

El curso escolar ya se ha instalado de pleno para quedarse con nosotras... Y con él los mocos, la carraspera, el dolor de cabeza, los jarabes, la nariz irritada de tanto sonar los mocos, las fiebres... En fin, que estamos hechas un trapillo... Y con todo esto, la eterna duda de si llevar a la princesa al "cole" o no, si llevarla a la piscina (¡Si, la princesa ha empezado natación, y se va a convertir en La Sirenita, porque va tres veces por semana!), si llevarla a la pediatra (con la consiguiente administración automática del antibiótico "Por si acaso") o seguir con la homeopatía... 
Todas estas y mil decisiones más a tomar, que se tornan más complicadas aún, cuando hay que consensuarlas por teléfono, mail o de forma rápida, con el papá de la princesa. Y en principio los criterios son bastante comunes, pero en el intento de tener una comunicación exquisita, a veces entran en juego los malos entendidos...Y me niego a estropear ni un ápice del trabajo que hemos hecho estos meses con nuestro nuevo formato de relación.
Esto, unido a que las últimas semanas no están siendo anímicamente las mejores (digámoslo así), ya que la vuelta a la realidad, la normalidad y la rutina, me ha pegado un bofetón del que voy recuperándome poco a poco...

Ahora releo las lineas escritas aquí arriba y me doy cuenta de que parece una justificación a mi abandono temporal que ha sufrido el blog, por que si no, no sé a que se debe esta vomitona o diarrea emocional. Igual es, que además de catarro, mocos, anginas... también tengo gastroenteritis y no me había enterado...

P.D: Me prometí que en el blog no iba a mostrar tanto mis tripas... y lo he vuelto a hacer...¡Lo siento! ¡Pronto, los nuevos capítulos de la Princesa!