26 de junio de 2013

Conversaciones Absurdas en el Coche...

ATENCIÓN, ANTES DE LEER ESTO: Post no recomendado para escrupulosos, tiquismiquis o justitos, ya que se trata de humor profundo para inteligentes... Puede contener material desagradable.

Y dicho esto, me limito a transcribir una conversación con la Princesa, tan fina ella, hace dos días en el coche, camino a casa.

- ¡Mamá tengo los mocos negros! 

- Noa, que no te metas el dedo en la nariz, coge un pañuelo...

- ¡Que no mamá! Que es que tengo los mocos negros, y ya sé porqué los tengo así. Es que hoy ha hecho mucho calor y se me han quemado, por eso son tan negros.

- ...

- Mamá... ¿Y de qué color son tus mocos?

- Mmm... No sé Noa... ¡Blancos!

- Mira mamá, ¡Qué bien! Tu blancos y yo negros.. ¡Blanco y negro! ¡Como ven los perros! ¡En blanco y negro!

El Cohete Especial...


- Buenas noches amor...Te quiero un montón...

- Mamá, y yo te quiero hasta un COHETE ESPECIAL, que entra en esta habitación por la ventana y se choca con la lámpara y se caen las bombillas, pero yo las recojo...

- Noa, ¿pero tu sabes qué es un cohete espacial?

- Si mamá, un cohete ESPECIAL sirve para ir a la luna y se cuenta hacia atrás. Mira: 5, 4, 3, 2, 1... y despega y se va al espacio...

- ¿Y qué es el espacio?

- Mira mamá... Hay muchas estrellas, y una bola con un anillo, y un círculo, un círculo y otro círculo, y la luna. Y nosotros somos muy pequeños...

(Increíble... Tú si que eres ESPECIAL...)

20 de junio de 2013

El Último del Primero...

Ayer fue el último del primero. El último día del primer año de escuela de Noa. Y solo por eso ya fue especial, me tuvo la cabeza pensando gran parte del día y me ocurrió algo muy curioso, que fue la invasión de un continuo sentimiento de nostalgia, entre otros.

Fue un sentir raro. Nostalgia, lo primero, porque nunca iba a volver a ser "la pequeña" del cole, nostalgia porque dejaba de compartirlo con Andrea, la joya de profesora que nos ha tocado en este "box de salida" de la "carrera" académica de la princesa...

A la vez alegría, porque, aunque pensaba en ocasiones que no llegaría el momento, SI, habíamos superado todos los obstáculos, adaptaciones, novedades y cambios que supone el inicio de la vida escolar, con más o menos acierto. Los había superado la pequeña campeona, pero para mí también han sido muchos aprendizajes y pequeños retos a los que adaptarme. Una nueva organización, su primera planificación de almuerzos (si ayer comió yogur, hoy toca fruta...), sus primeros picnics para excursiones (si, yo siempre he admirado que mi madre me preparara al punto de la mañana mi bocadillo de tortilla con pan tierno, y con todo ese detalle complementario)... no sé. No ha sido fácil en muchos momentos... Pero lo hemos aprendido.

Y a la vez, miedos... Miedo a un nuevo verano de estos "raros", de hija compartida. Miedo a la falta de rutina. Miedo a dar pasos hacia atrás en todos los pasos de gigante que Noa ha dado hacia delante este curso.

E ilusión, por la playa, por pasar más tiempo con ella, por el verano, por disfrutarnos más y mejor...

Fue un sentir raro, que me volvió a hacer pequeñita. Cerraba los ojos al dejarle en clase por la mañana y hacía que me viera saliendo de mi colegio, no hace tantos años ;-) ,con el mismo sentir, o parecido, y cantando aquello de:

"Arriba las vacaciones, abajo el estudiar, los libros a los rincones y nosotros a jugar..."

Y desde este rinconcito, tan íntimamente público, quiero agradecer de nuevo a Andrea todo lo que ha significado para nosotras, para Noa. Por su amor, por su dulzura, por su firmeza. GRACIAS...




10 de junio de 2013

El Síndrome de Peter Pan...


Hace unos días, llegó a mis manos un vídeo de éstos que se envían en cadena, pero en esta ocasión, no eran fotos de flores con purpurina, ni bebés mofletudos entre algodones, ni amenazas con quedarte calva, sin novio o con que te atropelle un tren, si no lo reenvías a 238 contactos... Tampoco estaba aderezado con un tango argentino o la marcha del cascanueces como música de fondo. Era un vídeo real. De animación pero real. Tan real que se volvió vívido unas horas después en la cabecita de Noa, cuando sin ton ni son me dice...


- Mamá... Yo no quiero ser nunca mamá. Yo no quiero ser nunca mayor.


- ¡Ah! ¿No? ¿Y eso? (Hasta ahora parecía que su máxima en la vida era crecer y celebrar cumpleaños...)

- No, ¡Es que los mayores sois un rollo! Todo el rato hablando y hablando, trabajando, escribiendo en el ordenador... ¡Es un rollo! ¡YO QUIERO JUGAR!

(Me tocó la fibra. Más razón que un santo. Si me lo llega a decir antes, yo tampoco crezco)

Empecé con un "Cariño, pero los mayores también jugamos a ratos...", pero no me lo creía ni yo. Y estaba igual de indignada que ella, así que cambié mi respuesta:

- Es verdad cariño, a mi también me gusta jugar... Mira, pues si no quieres crecer, no crezcas. ¡Como Peter Pan!

... Camino del cole, se ve que iba ella con el runrun en la cabecita, exclama...

- ¡Mamá! Pero he pensado que si yo no crezco, mis amigos si lo harán. Y mis amigos se irán a trabajar con el ordenador, y yo estaré en clase solita porque no he crecido...

(Vamos entendiendo el concepto del tiempo y del paso de la vida... La princesa crece)

- Mira Noa, se me ha ocurrido una idea. He pensado que hay cosas de hacerse mayor que también están muy bien (realmente no supe decirle ninguna que le convenciera, asi que lo dejé ahí)... Lo que puedes hacer, es crecer, seguir aprendiendo cosas y haciéndote mayor, pero no dejar nunca de jugar y divertirte... ¿Qué te parece?

- ¡Vale mamá!

Increíble la lógica... Aplastante el sentido de la realidad mucho más cercano a la realidad, que el de muchos adultos. 

Nuevamente, aprendiendo CON ella, y DE ella.