El curso escolar ya se ha instalado de pleno para quedarse con nosotras... Y con él los mocos, la carraspera, el dolor de cabeza, los jarabes, la nariz irritada de tanto sonar los mocos, las fiebres... En fin, que estamos hechas un trapillo... Y con todo esto, la eterna duda de si llevar a la princesa al "cole" o no, si llevarla a la piscina (¡Si, la princesa ha empezado natación, y se va a convertir en La Sirenita, porque va tres veces por semana!), si llevarla a la pediatra (con la consiguiente administración automática del antibiótico "Por si acaso") o seguir con la homeopatía...
Todas estas y mil decisiones más a tomar, que se tornan más complicadas aún, cuando hay que consensuarlas por teléfono, mail o de forma rápida, con el papá de la princesa. Y en principio los criterios son bastante comunes, pero en el intento de tener una comunicación exquisita, a veces entran en juego los malos entendidos...Y me niego a estropear ni un ápice del trabajo que hemos hecho estos meses con nuestro nuevo formato de relación.
Esto, unido a que las últimas semanas no están siendo anímicamente las mejores (digámoslo así), ya que la vuelta a la realidad, la normalidad y la rutina, me ha pegado un bofetón del que voy recuperándome poco a poco...
Ahora releo las lineas escritas aquí arriba y me doy cuenta de que parece una justificación a mi abandono temporal que ha sufrido el blog, por que si no, no sé a que se debe esta vomitona o diarrea emocional. Igual es, que además de catarro, mocos, anginas... también tengo gastroenteritis y no me había enterado...
P.D: Me prometí que en el blog no iba a mostrar tanto mis tripas... y lo he vuelto a hacer...¡Lo siento! ¡Pronto, los nuevos capítulos de la Princesa!
No hay comentarios:
Publicar un comentario