28 de diciembre de 2011

Feliz Navidad...


La Princesa y yo os deseamos que estéis pasando unas bonitas fiestas, y que el 2012 os traiga todo aquello que deseáis...
Un abrazo enormeeeee... ¡Y gracias por seguir ahí!...


17 de diciembre de 2011

Alguien Especial...

Hay alguien muy importante en la vida de la Princesa. Alguien que en el amor más directo, le hace reír, le enseña tonterías, canciones y bailes locos... Pero indirectamente hace en su cuidado una labor imprescindible. 

Esa labor indirecta, muchas veces discreta, o basada en pequeños detalles, tiene un resultado increíble.
Cuando tengo un mal día, o cuando lo tengo bueno. Cuando necesito estar tranquila o necesitamos enloquecer un rato. Allí esta ella. Y no solo cercana físicamente.

Detalles como despertarnos por la mañana llamando a la puerta con tiernos croissants, hacer un poquito más de cena o comida para ahorrarme el trabajo ese día, ayudarme a vestir a la Princesa con un "golpe de timbre" cuando voy corriendo a algún lado... y demás pequeños detalles que le hacen grande. Gigante.

El último pequeño gran detalle fue la preciosa fiesta sorpresa que me preparó, junto con mis padres y su chico, la noche de mi cumpleaños. Globos, guirnaldas, regalos, mi cena favorita... hicieron que ese día que se presentaba cuanto menos raro, fuera uno de los más emocionantes (o emotivos).

Siendo sincera, nunca hemos sido "uña y carne", somos muy diferentes. Pero de alguna forma, con la edad y el paso del tiempo, hemos aprendido a querernos de otra manera. Pero eso es lo bonito, el hecho de demostrar estar muy a la altura cuando la necesito. Y este es uno de los momentos vitales que más la estoy necesitando.

Porque tan importante como el cuidado directo de la Princesa, es estar en segunda fila, servirme de apoyo en mis momentos flacos para que yo pueda brindar a Noa el mejor cuidado del mundo.

Y para la Princesa es su tía, la cañera, la que le enseña a tocar la guitarra, la que le hace cosquillas hasta llorar de risa... y la que está, ahora que la Princesa ya llega de puntillas a tocar el timbre de su casa, más cerca que nunca. 
Porque...

"Para criar a un niño hace falta una tribu entera" (Y para criar a una Princesa, toda una Corte"...)

¡¡¡ GRACIAS "ATIAMIREN" !!!


14 de diciembre de 2011

A Sus Majestades (los de Oriente)...


Aprovechando que hoy hace 32 inviernos que la que aquí escribe nació, aprovecho a escribir mi lista de deseos a los Reyes Magos. O a Papá Noel, o a Olentzero… o a quien esté dispuesto a ayudarme a cumplirlos. Porque, digo yo, que si hoy es mi cumpleaños, tengo el doble de derechos que nadie a elaborar una lista de deseos, y el doble de oportunidades de que los Reyes Magos me traigan todo lo que pida…

Allá Vamos…

“Queridos Reyes Magos (en especial, Baltasar, que por eso de que eres más exótico, me gustas más…):

El año pasado se os debió extraviar mi carta, y tengo muy claro que os olvidasteis de mí. A decir verdad, creo que este año ni siquiera sabíais que existía, porque majos (que no magos)…os habéis famado con tanta “magia” que en el 2011 habéis dejado por mi casa…

A pesar de todo, y sin rencor, este año he sido bastante buena, y aprovechando mi cumpleaños, os envío mi lista de deseos para el 2012 y lo sucesivo:

- En primer lugar, quiero SALUD, para mí, mi princesa y los que nos rodean. Para que pueda seguir disfrutando de la inocencia de mi Princesa, de sus tonterías…para que pueda seguir jugando con ella infinitamente y ella pueda seguir creciendo sana y feliz.

- Un par de Kilos de AMOR. Que no se me gaste el mío, y que todo el que recibo nunca se termine. Y valor para expresarlo, porque nunca expreso todo el amor que siento, con la misma fuerza con la que lo siento… Y sé que es necesario, y tan importante… pero me cuesta expresarlo y que a los demás les llegue.

- Un poquito de PACIENCIA, que eso nunca viene mal, y sobre todo con una princesita en casa, que parece vivir a otro ritmo. Paciencia para poder disfrutar de horas sólo mirándola, sin preocuparme de las cosas que están sin hacer, y paciencia para poder repetir 218 veces el mismo cuento porque es el que más le gusta…

- Una máquina ANTIMIEDOS. Porque muchas veces, mirando al futuro se hacen tan enormes que no me dejan saborear el presente.

- 20 kilos de FUERZA DE VOLUNTAD. Diez de ellos en forma de “El ejercicio físico es muy bueno para tu salud. Y no te engañes, bailar salsa en casa no es ejercicio físico” y otros diez en forma de “Te ha sonado el despertador, el móvil y las alarmas varias, unas 15 veces. Ya puedes despegarte el edredón y levantarte”.

- ¡Ah, sí! Una máquina comegrasas, tonificadora y anticelulítica, que actúe sin dolor mientras duermo.

- Y por último, DINERO. No, mucho no. Algo apañado, para que me pueda considerar una persona de “economía holgada”. Qué leches, y si es mucho, mejor, así reparto.

Pues sí Sus Majestades, el dinero no da la felicidad, y más a vosotros, que lo conseguís todo con magia… Pero ni os cuento lo que ayuda y tranquiliza. Y así mientras, no tengo la cabeza preocupada por la economía, y la puedo tener en otras cosas más agradables.

No os quejéis que me he comedido mucho pidiendo. Se me quedan muchas cosas en el tintero…Pero bueno, con estas, iré tirando.
Un afectuoso saludo,
La Mamá de la Princesa.”





11 de diciembre de 2011

Y se armó el Belén...

Aprovechando estos días de fiesta, hemos puesto la decoración navideña en casa. Para mí, poner el árbol, es uno de los recuerdos más bonitos que tengo de mi infancia, un momento familiar, donde escuchábamos villancicos y decorábamos con ilusión hasta el último detalle. Por esto mismo, siempre he intentado que en mi casa permaneciera esta tradición, y ahora, más que nunca con la princesa, llego a sentir ese hormigueo poniendo el árbol, el mismo que sentía con 8 años... Sin embargo, este año se presentaba agridulce el momento, un momento tan familiar y para mí con tintes de nostalgia.

Así que este año, diseñamos un plan diferente. Nos reunimos con dos amigas para comer y decoramos la casa las cuatro chicas juntas... Lo mismo hicimos el día anterior en casa de una de estas amigas. Así que nos reímos muchísimo, cantamos y bailamos villancicos, asamos y comimos castañas...pusimos el árbol y se armó el belén. 
Y luego la princesa se encargó de desarmarlo, de tirar las figuras haciéndolas interaccionar entre sí, y volverlo a armar a su manera, con mucho más estilo. 
Aunque el árbol que tenemos me gusta, me hubiera gustado este año comprar uno muy alto, verde (el nuestro es negro) y haberlo decorado con figuritas de fieltro más infantiles, pero tal y como dice la princesa, los tiempos económicos que corren, no son los mejores... Así que este año lo único que he comprado son unas pegatinas de las Princesas vestidas con galas invernales y motivos navideños para que Noa decore los cristales de la casa. La verdad es que ya me estoy arrepintiendo, pues cada 40 minutos decide cambiarlos de cristal...
También pusimos un trenecito que es un calendario de adviento, que compré el año pasado pensando en ella y que relleno cada cajón con una gominola para cada día...
Hoy le he explicado a la princesa el funcionamiento de esta dinámica, que cada mañana antes de ir al cole, abriremos un cajón, ordenadamente... Hoy hemos comido la primera gominola, ha entendido el proceso y me ha preguntado donde estaba el cajón 2 para tenerlo localizado para mañana... Me he ido a prepararle la bañera y cuando he vuelto, me la he encontrado en el suelo, con el tren entre sus piernas y los cajoncitos abiertos, amenazando con darse un atracón de ositos de gominola... 
Creo que le tendré que volver a explicar el proceso. O poner el tren en lo alto del armario. Y es que , la tentación nos hace débiles...