5 de diciembre de 2012

Días Especiales...


Ayer, y como cada Puente de Diciembre, decoramos la casa con las cositas navideñas. Pusimos el árbol y Noa dio rienda suelta a la imaginación con el Belén. Le pedí que lo pusiera ella, que lo colocara como más le apetecía. 
Y acabé colocándolo yo cuando se acostaba, porque en una tarde fue el Belén más dinámico que yo había visto en mi vida. 

"Mira, esta es la mamá. Este el padre, José. Este el Niño. ¡¡Mamá!! ¡¡Se llama Jesús, como Jesús Mari!! Y estos son: un rey, otro rey, otro rey...Y el abuelo". (Creo que se refería al pastor). "Y este hacha - parte del atrezzo del portal - es para cortar la cabeza al rey" (¡Qué radical la anti-monárquica...!)

Y se ve que tanta familia y tanta nostalgia, le llevó a una de las preguntas que yo más temía.

-Mamá, y ¿cuando voy a tener yo un hermanito o hermanita?

...(Silencio incómodo-piensarrápido por mi parte)

- ¿Y para qué quieres tú un hermanito o hermanita? (La mejor respuesta, otra pregunta)
- Para jugar...
- Cariño, ya me imagino que muchas veces te apetecerá tener una hermanita, pero tu ya tienes muchas amiguitas para jugar y además estamos muy tranquilas las dos solas... (Poco rápida y convincente, sálvese quien pueda...)

...

- Además cuando estés con mamá podemos quedar con otros niños, o con otros bebés, como Ion e Ibai...

- ¡¡MAMÁ!! ¡¡PERO YO NO QUIERO JUGAR CON TUS AMIGOS, QUIERO JUGAR CON MI HERMANITO O HERMANITA!!

Más razón que un santo.

Me callé.
Y no estuve muy avispada en la conversación. Posiblemente porque yo soy la primera que me hubiera gustado darle un hermanito o hermanita y ahí me tiene "agarrada de las tripas"...



Un par de horas más tarde, comentando la conversación con la yaya y ella, acabamos diciéndole que le pidiera un primo a la tía, que además viviendo tan cerca, ella lo podría cuidar.
Le gustó la idea y le pregunté:

-  ¿Que le vas a pedir a la tía y al tío que hagan para darte un primo?

Y ni corta ni perezosa contestó:

- ¡QUE LO PIDAN EN DÍAS ESPECIALES!

Ole, ole y ole... Cuánto pagaría por conocer al completo la versión de la teoría de la semillita de mi hija. Pero casi que no voy a seguir hurgando, no sea que me sorprenda nuevamente...


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