11 de diciembre de 2011

Y se armó el Belén...

Aprovechando estos días de fiesta, hemos puesto la decoración navideña en casa. Para mí, poner el árbol, es uno de los recuerdos más bonitos que tengo de mi infancia, un momento familiar, donde escuchábamos villancicos y decorábamos con ilusión hasta el último detalle. Por esto mismo, siempre he intentado que en mi casa permaneciera esta tradición, y ahora, más que nunca con la princesa, llego a sentir ese hormigueo poniendo el árbol, el mismo que sentía con 8 años... Sin embargo, este año se presentaba agridulce el momento, un momento tan familiar y para mí con tintes de nostalgia.

Así que este año, diseñamos un plan diferente. Nos reunimos con dos amigas para comer y decoramos la casa las cuatro chicas juntas... Lo mismo hicimos el día anterior en casa de una de estas amigas. Así que nos reímos muchísimo, cantamos y bailamos villancicos, asamos y comimos castañas...pusimos el árbol y se armó el belén. 
Y luego la princesa se encargó de desarmarlo, de tirar las figuras haciéndolas interaccionar entre sí, y volverlo a armar a su manera, con mucho más estilo. 
Aunque el árbol que tenemos me gusta, me hubiera gustado este año comprar uno muy alto, verde (el nuestro es negro) y haberlo decorado con figuritas de fieltro más infantiles, pero tal y como dice la princesa, los tiempos económicos que corren, no son los mejores... Así que este año lo único que he comprado son unas pegatinas de las Princesas vestidas con galas invernales y motivos navideños para que Noa decore los cristales de la casa. La verdad es que ya me estoy arrepintiendo, pues cada 40 minutos decide cambiarlos de cristal...
También pusimos un trenecito que es un calendario de adviento, que compré el año pasado pensando en ella y que relleno cada cajón con una gominola para cada día...
Hoy le he explicado a la princesa el funcionamiento de esta dinámica, que cada mañana antes de ir al cole, abriremos un cajón, ordenadamente... Hoy hemos comido la primera gominola, ha entendido el proceso y me ha preguntado donde estaba el cajón 2 para tenerlo localizado para mañana... Me he ido a prepararle la bañera y cuando he vuelto, me la he encontrado en el suelo, con el tren entre sus piernas y los cajoncitos abiertos, amenazando con darse un atracón de ositos de gominola... 
Creo que le tendré que volver a explicar el proceso. O poner el tren en lo alto del armario. Y es que , la tentación nos hace débiles...





4 comentarios:

  1. Me encanta que te hallamos podido transmitir ese sentimiento de Navidad, pero hija quizás lo hicimos mal si te dimos a entender que siempre son momentos de alegría, ya que cuando algo se rompe en tu vida o esta cambia por algún motivo, de repente se vuelven muy tristes.
    Espero que en estas fiestas encuentres la alegria que te falta. Que te encuentres contigo mismo primero; después con las personas que amas, y te aman que son muchas, de ejemplo tienes a esas amigas hasta hace poco desconocidas que hacen las veces de angelitos cuando más las necesitas.
    "Otra prueba superada"

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  2. Hola de nuevo...
    Qué cierto es que las Navidades, de pronto, se vuelven tristes y amargas... Espero de corazón, que Noa os llene de alegría, que seguro que sí... es lo que tienen los niños... siempre inocentes, nos sacan una sonrisa.
    Un beso muy fuerte a las dos!

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  3. Gracias Emma...Qué ilusión saber que sigues "estando" por aquí.
    Otro beso para ti... ¡Y casi Feliz Navidad!

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  4. Pue sí Arantza, una mierda esto de descubrir que la Navidad también puede ser un poco amarga. Yo, a pesar de los abatares de la vida en otros momentos de ésta, ha sido este año también cuando me he dado cuenta de todo esto, no sé si será porque estos últimos días del año no están siendo los mejores o por qué, pero en fin. Lo que sí está claro es que cuando éramos pequeñas nos transmitieron eso, que la Navidad es felicidad aunque no lo sea, que hay que estar contentos aunque no lo estemos y sonreír aunque no nos apetezca, pero sabes? Me alegro mucho de que fuese eso lo que nos enseñaron, porque a pesar de las dificultades, éstos son unos días son muy especiales en el año y hay que saber disfrutarlos, porque ya tendremos las 50 semanas restantes del año para las preocupaciones y porque hasta que nos llegan los momentos duros estos días son super bonitos, así que sigue transmitiéndole todo lo bueno a la princesa porque ella también tendrá tiempo un día de darse cuenta de que no todo es de color dorado en Navidad, mientras tanto dejemos que lo disfrute.

    Muchos besos a las dos princesas. MSG.

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