6 de enero de 2012

La Noche de Reyes...


Hace ya demasiadas semanas, la Princesa creó (que no escribió) su carta a los Reyes Magos... Cortamos los juguetes que más quería de distintos catálogos de juguetes, y fue eligiendo y pegando en la hoja, con mi ayuda y la de su papá. Luego, para dejar contentos a sus majestades, la adornó un poquito con colores...
Lleva la carta en la puerta de la nevera un montón de semanas, ha sufrido varios rotos que ha habido que reparar con maña y un poco de pegamento, unas cuantas manchas de todo tipo de grasa... La hemos pegado y despegado un montón de veces... 
Pero YA HA LLEGADO EL DÍA... Hoy por la tarde, cuando la princesa no estaba en casa, se la he entregado a sus majestades para que tuvieran todo listo para hoy...
Y la tarde ya ha empezado con sorpresas... Hemos ido el papá y la mamá de la Princesa con ella a la Cabalgata. Todo parecía mágico... incluso se ha templado la temperatura... Ella, sentada en los hombros de su papá, les lanzaba besitos y saludaba con la mano a sus majestades, mientras chillaba sus nombres muy fuerte.
Fascinación, nervios, expectación...La princesa ha decidido que su Rey Mago favorito era Melchor, como el de su papá. A mi me gusta más Baltasar, aunque este año, no sé si por la crisis o que, lo he visto más paliducho...
Cuando la Cabalgata ha terminado, los Reyes han entregado algunos regalos a los niños, entre ellos a Noa. Cuando han pronunciado su nombre para que se sentara en las piernas de Baltasar, de pronto se ha hecho pequeñita, pequeñita... Parece que ella creía que así no se le vería. Ha estado a punto de comerse sus manos, y no ha podido esconder más la cabeza... Mirándole de reojo, ha acertado a decirle que tenía 3 años (como le pillen en mentira... ¡Tiene 2!), pero poco más. Ha salido corriendo a abrir su regalo... Yo creo que hay pocas cosas en esta vida que valgan más que esa carita de ilusión... Al montarse en el coche, me mira y exclama "¡Mamá! ¡QUE NERVIOS!, ¿EH?"
Ya hemos dejado los zapatos bajo el árbol, el plato con galletas y el vasito de leche para los camellos, y hemos apartado un poco los muebles para que no se tropiecen...
Ella ya se ha dormido, deseando que llegue mañana, pero a la vez, algo mosqueada, ya que no le ha gustado mucho que 6 personas y tres camellos entren esta noche en SU casa...
Es increíble como de pronto, me ha dado la sensación de que yo sentía lo mismo que hace 25 años, los mismos nervios, ilusión, intriga...que entonces.
Así que nada, me voy a dormir ya que como toda esa gente que viene hoy a casa me vea en el ordenador, lo mismo se dan la vuelta y nos quedamos sin nada... Después de llevar esperando esta noche desde Noviembre...
¡¡HASTA MAÑANA!!

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