29 de enero de 2012

Haciéndose Mayor...

Cuando digo yo que la Princesa se está haciendo muy mayor, quiero decir MUY MAYOR. Aun no tiene 3 años y dice que ya tiene novio. Pero no solo lo dice, LO TIENE. Se llama Jorge, y va a su clase. Su educadora ya me dijo que "Duermen juntos...."
¿¿¿¿¿PERO COMO QUE DUERMEN JUNTOS????? Me tuvo que aclarar que se refería al espacio físico, pero sus camitas están juntas y duermen la siesta de la mano... Y es que, ya dice ella que es el más guapo, el más bueno... y que comparten el reloj de princesas...Solo se lo deja a él... ¿¿Pero qué grado de intimidad es este?? 
El otro día fue el cumpleaños de él, y cuando se lo dijimos al llegar a clase, le dio (en mis narices) un beso de esos con intercambio de babas y mocos, así, sin cortarse un pelo... 
En dos días me lo veo vestido con un sombrero con pluma, yendo a la guarde en caballo y pidiendo a la Princesa que le lance el pelo por la ventana...

Pero realmente no sé si quiero que se siga haciendo mayor tan rápido. Os cuento. Cada vez que la Princesa ve una escena de EuroDisney en la televisión, el castillo, un espectáculo de muñequitos, cabalgata...etc. tanto su papá como yo le decimos que le llevaremos allí cuando sea mayor. Así que ya no espera a que se lo digamos, cada vez que ve algo relacionado en la televisión, ella exclama emocionada "¡Ahí va a ir Noa cuando sea mayor!".

Hoy estábamos viendo la televisión en casa de los yayos cuando ha exclamado "¡¡Mamá, mamá, ahí va a ir Noa cuando sea mayor!!"...
ESTÁBAMOS VIENDO GRAN HERMANO...
Menos mal que luego ha aclarado "Y Noa no va a llorar..."
(Pues menuda mala estrategia, le tengo que avisar que así la nominan la primera, seguro...)

3 comentarios:

  1. jajaja, ¡leo este post y es Peti en estado puro!
    muuuá

    P.D: Deja de ver G.H so frikii, que me la vas a pervertir!

    ResponderEliminar
  2. Ay, preciosa, cómo entiendo lo que escribes... Mi peque ya no es tan peque. Son etapas en las que se me entremezclan risas y lágrimas, alegría de ver que sigue adelante y tristeza por la pérdida. La pérdida de ese bebé que creció en mi útero, al que le buscamos cariñosamente un nombre tratando de ser conscientes de algunas de las expectativas que depositábamos con ello, aquél que tras un viaje de parto salió al mundo exterior y empezó a relacionarse con más gente... En fin, que crecen, y que es bonita y dura la crianza. Imagino que el cambio con la separación ha sido duro. Me embarga de nuevo la tristeza y también la admiración. Un abrazo respirado princesas! Con cariño, María López.

    ResponderEliminar
  3. María...¡Que ilusión leerte! Y qué alegría que la vida nos haya vuelto a cruzar...Ya hemos estado hablando, pero tengo muchas ganas de ese café para compartir cosas, que contigo, siempre son valiosas... Un abrazo enorme para los tres...

    ResponderEliminar